lunes, 2 de enero de 2012

Sissi en Buenos Aires


En una esquina límite de San Telmo se levanta un magnífico edificio de esos a los que los porteños, en su carrera diaria detrás de las obligaciones y los trámites, suelen ignorar. Se trata de Perú y Avenida Belgrano, donde se yergue el Edificio Otto Wolf.

Los mandatarios de su construcción fueron dos representantes del Imperio Austro-Húngaro, Nikolas Mihanovich y Otto Wolf, y el objetivo del mismo era albergar la sede diplomática de dicho Imperio. Ya antes de su construcción la esquina en la que se emplaza era emblemática, por ser el solar de la casa de la familia Del Pino, virrey español de Buenos Aires en la época previa a la independencia. Luego de aquello y antes de convertirse en el predio actual, en esa esquina se encontraba la vivienda y por lo tanto Embajada del Reino de Portugal.

Su arquitecto fue Morten Rönnow, danés, quien se propuso utilizar el estilo Jugenstil, una suerte de Art Noveau, pero en su versión germánica, aunque no de manera estricta, pues se encuentran detalles renacentistas y neogóticos.

Es un edificio impresionante, con algunas características notables: por ejemplo ocho rústicos hombres de granito de cinco metros de altura que sostienen el pórtico lateral, que en la arquitectura clásica se llaman Atlantes (si fueran mujeres como las que sostienen la Acrópolis, serían Cariátides). Cada uno de ellos representa un oficio de construcción, herrero, albañil, carpintero, etc, pero misteriosamente en la ochava de la esquina aparece el jefe de obra, es decir el mismísimo Rönnow. También hay bellos cóndores, osos, loros, lechuzas, etc.

La otra característica notable se aprecia en su totalidad si uno impone distancia y alza la cabeza: en el séptimo piso y escondiendo dos tanques de agua de emergencia para ser utilizados en caso de incendio se construyeron dos torres rematadas en dos enormes y bellas agujas de bronce: una con el sol y la otra con la corona representando al matrimonio de Francisco José y la emperatriz Sissi, es decir la alianza entre Austria y Hungría.




Notablemente, cuando el Edificio Otto Wolf estuvo definitivamente finalizado, en 1918, el Imperio al que representaba ya había dejado de existir.




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1 comentario:

  1. Todo muy bien salvo una sola cosa. El edificio está en el barrio de Monserrat, no en San Telmo. Hace 74 que vivo enfrente.

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